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Gestión eficiente de la energía – ¿Cuáles son las claves?

La Gestión Eficiente de la Energía se refiere al conjunto de métodos de Eficiencia Energética que se pueden adoptar para garantizar que una actividad o proceso se pueda realizar de la misma o mejor manera usando menos energía. Es esencialmente una reacción a la demanda de energía eléctrica.

¿Qué es la eficiencia energética?

Se denomina eficiencia energética a la conexión entre la energía utilizada y la energía total utilizada en cualquier proceso de la cadena energética que pretenda ser optimizado mediante excelentes prácticas de reconversión tecnológica o la sustitución de combustibles.

El hecho es que España aún está lejos de cumplir con sus obligaciones anteriores. Las Empresas de Servicios Energéticos (ESEs) se ofrecen como parte de la respuesta para cumplir con los acuerdos y obligaciones internacionales contraídos por España, así como para paliar las principales dificultades de nuestra generación: crisis económica, desempleo, dependencia energética y cambio climático. La ONU ha dicho anteriormente que se requiere con urgencia una reducción del 50% en las emisiones de CO2 existentes. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero marcaron un nuevo máximo en 2010. La dependencia energética de nuestro país es 20 puntos superior a la media europea, con el 74% de las importaciones de energía. La intensidad energética en España es un 15% superior a la media de la UE15.

España despilfarra energía por los siguientes motivos:


1. El desperdicio de energía está permitido, por ejemplo, puede tener la calefacción a tope mientras deja todas las ventanas abiertas.

2. No hay suficientes incentivos para animarnos a ahorrar más.

3. Debido a que el mundo de los servicios energéticos es poco conocido y el usuario final se muestra escéptico ante una nueva industria cuya estrategia de negocio se basa en el ahorro.

El Mityc, por medio de IDAE, ha realizado varios intentos de dinamización de la industria, que han resultado infructuosos, como el Plan 330 AGE, el Plan 2000ESE y la Línea de Financiación Ico-Inversión Sostenible 2011. Los resultados de las tres instancias han sido pésimos, con menos de diez iniciativas producidas en los 2.330 centros públicos de consumo donde está prevista la actuación. Como resultado, es vital revertir la tendencia y responder al aumento de la demanda.

¿Qué se puede hacer?

El punto crucial es que las personas involucradas hagan lo siguiente:

1. El aspecto más importante

Es el usuario final que debe ser consciente de las repercusiones del despilfarro de energía para la sociedad, el medio ambiente/salud, la economía y las personas. Es necesario que entiendan qué son las ESEs y qué servicios prestan: servicios de ahorro y eficiencia energética, asumiendo un riesgo económico al hacerlo porque sus ingresos dependen del ahorro energético conseguido a través de los servicios ofrecidos. Al emplear medidas de ahorro de energía, las ESEs pueden reducir su uso de energía (MAEs). Hoy en día, las ESE financian total o sustancialmente la inversión y logran ahorros en la factura de energía de más del 40 %.

2. Instituciones Públicas:

son los responsables de liderar el despegue del sector con el ejemplo, no puede haber edificios públicos que no se ajusten a sus propias normas, y además deben diseñar proyectos que animen al sector privado a través de incentivos a los usuarios. Las administraciones deben diseñar un mecanismo para garantizar que quien instala y supervisa las instalaciones cumple la normativa (RITE), que no se desperdicia energía y que se respeta el medio ambiente.

3. Empresas de Servicios Energéticos (ESEs):

Las ESEs ganan dinero ofreciendo contratos que prometen ahorros en energía. En otras palabras, la rentabilidad del proyecto depende completamente de la cantidad de energía ahorrada. Como resultado, mejores ahorros de energía indican más negocio para la ESE y ahorro económico para el usuario debido a menores facturas de energía y emisiones de CO2. Las buenas prácticas en la industria persuadirán a otros de la viabilidad e importancia de una gestión adecuada de la energía. Un plan que también incluye una menor dependencia de la energía y el crecimiento del empleo.

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4. Las grandes empresas energéticas

Son aquellas cuyo negocio se base en la venta de energía, en particular, deben comprometerse a resolver los desafíos del país implementando modelos sustentables y rechazando prácticas como la sobreproducción, aunque signifique perder dinero. Es cierto que se está involucrando cada vez más con las energías renovables, pero únicamente desde el punto de vista de la producción, con poco interés en la gestión de la demanda.

Conclusión

Es hora de un cambio de paradigma y de que despeguen los mercados y servicios energéticos. A través de la voluntad política, la adecuada legislación, la responsabilidad individual, la comprensión y difusión de este nuevo modelo y las buenas prácticas en las empresas del sector, se adoptará una gestión energética eficaz en los centros de consumo, con todos los beneficios que ello implica.

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