Contador monofásico o trifásico – ¿Qué diferencias hay y cuál es mejor para mí?
El sistema eléctrico de una casa, al que conectamos electrodomésticos o bombillas, incluye un punto de entrada, otro punto de control y múltiples puntos de salida. El contador, también conocido como vatihorímetro, es el componente encargado de contar y registrar la cantidad de luz que usamos en un período de tiempo determinado.
Sólo pagamos lo que nos corresponde por su culpa. No es raro, de hecho, que su uso sea obligatorio por ley (y tratar de alterarlo tiene sanciones significativas).
Suele ser propiedad de la distribuidora de energía, por lo que su mantenimiento y alquiler se pagan mensualmente a través de la facturación de la comercializadora.
Los medidores eléctricos se han desarrollado desde sus inicios. El primero, conocido como electromecánico, funcionaba mediante la interacción de bobinados de corriente y voltaje, que generaban una corriente y provocaban el movimiento de las agujas de su esfera. Su sistema operativo ha evolucionado a través del tiempo hasta el contador digital, a veces conocido como «inteligente». Esto permite mediciones mucho más exactas que el método electromecánico y, lo que es más importante, se realiza en tiempo real.
Tipos de contadores | Monofásico o trifásico
1.Contador monofásico.
Una instalación monofásica se distingue por ser de una sola fase, tener una tensión de 230 V y una potencia máxima de 14 kW.
Esto implica que la energía que entra en una vivienda está formada por una salida de cable neutro (el que devuelve corriente al sistema), un cable de fase (el que se encarga de suministrar energía a una vivienda) y, dependiendo de la instalación, uno de los cables de tierra (para desviar la electricidad en caso de fuga).
Debido a que todos los electrodomésticos, enchufes y focos están soportados por la misma fase en un sistema eléctrico monofásico, si hay un corte de energía por exceder la potencia, se cortará toda la red eléctrica del hogar.
En consecuencia, este contador es el encargado de controlar el consumo de aquellas instalaciones que utilizan una única corriente alterna. La instalación monofásica solo sigue en uso hoy en día porque utiliza una energía sustancialmente menor que su versión multifásica. Y, en una era de sostenibilidad, esta es una consideración importante.
2.Medidor trifásico.
La instalación trifásica se distingue por suponer una potencia de hasta 20.000 kW y una tensión de aproximadamente 380 V, más propia de comercios e industrias.
Su sistema de cableado incluye tres hilos extrafásicos además de los tres tipos de cables especificados en el apartado del contador monofásico. ¿Y eso que significa?
El contador trifásico regulará el consumo de un sistema trifásico con tres corrientes alternas. Como resultado, si una fase se satura, no tiene efecto sobre las demás.
¿Cuál es más conveniente? ¿Contador monofásico o trifásico?
Teniendo en cuenta los datos aportados, así como el voltaje y potencia de cada sistema eléctrico, parece que una instalación monofásica para una vivienda es la mejor opción.
Contratar un sistema trifásico, es decir, ignorando la lógica, cuando la potencia y tensión que requiere una vivienda está por debajo de sus criterios, supondría un consumo energético temerario. Sería, en el mejor de los casos, deplorable, en un momento en que garantizar la sostenibilidad ambiental se ha convertido en una de las principales preocupaciones de países y organismos internacionales.
Además, en términos económicos, la instalación trifásica implica pagar más por una potencia que la mayoría de las residencias no requieren, por lo que es ilógico. Sin embargo, gracias a los contadores inteligentes, este escenario ha cambiado. Como se ha comentado anteriormente, es habitual a la hora de instalar un sistema trifásico en una vivienda tener que aumentar la potencia contratada, lo que hoy en día ya no es necesario.
Los contadores inteligentes trifásicos te permiten distribuir la potencia que requiere tu casa (si necesitas contratar más de la que necesitas) en las tres fases de tu sistema eléctrico.
Como ejemplo, si una casa requiere 7kW, la electricidad se puede dividir de la siguiente manera: 5 kW para la primera fase, 1 kW para la segunda y 1 kW para la tercera.
Como resultado, se pueden obtener los beneficios tanto del sistema monofásico (una potencia más adaptada a las demandas de una vivienda) como del sistema trifásico (evita que se vaya la luz).
Conclusión
Si quieres hacer la selección lo más precisa posible, lo primero será que determines si la electricidad contratada en tu casa es suficiente. No necesitarás ajustar nada si está dentro de los parámetros del sistema monofásico. Podrá cambiar a trifásico si su uso de energía es significativo y le preocupa que su luz pueda saltar y afectar a todo el sistema.
