¿Qué es el factor de potencia? ¿Cómo corregirlo?
Para comprender qué es el factor de potencia, es importante tener en cuenta que la energía eléctrica que emplean los aparatos electrónicos, se transforma consecuentemente en otro tipo de energía, por ejemplo, en el caso de las lámparas, es energía luminosa, energía calorífica en lo que respecta a sistemas de calefacción y mecánica, entre otros.
Esto a su vez quiere decir que no toda la energía que se emplea se convierte en energía útil, sino que se puede notar que existe una parte que se pierde, lo que genera gastos adicionales en las facturas de los clientes.
Es por este motivo que resulta fundamental comprender qué es el factor de potencia y cuál es su importancia en el momento de calcular el consumo energético, ya sea a nivel residencial, en el caso de las viviendas, o a nivel comercial, tal como sucede en el caso de los establecimientos comerciales, pequeñas y medianas empresas e incluso a nivel industrial.
En lo que respecta a la eficiencia eléctrica, el cálculo del factor de potencia es fundamental para reconocer cual es el porcentaje de energía inutilizada, con la finalidad de mejorar el consumo y observar los beneficios que se generan con el cambio del patrón de consumo.
Qué es el factor de potencia
Se conoce como factor de potencia, aquella medida que da cuenta del rendimiento del sistema eléctrico, lo que implica que, este indicador da cuenta del aprovechamiento eléctrico, determinando la cantidad de energía que realmente es aprovechada y cual se inutiliza.
En la mayoría de los casos, la energía es transformada por los equipos para aprovecharla al máximo, ya sea para iluminar, calentar, entre otras funciones, pero en algunos casos, algún porcentaje de la energía no logra ser aprovechado y se convierte en energía utilizada. Esta potencia perdida o inutilizada se conoce como potencia perdida o potencia reactiva, lo que implica que debe disminuirse al mínimo para evitar el desaprovechamiento de este recurso.
Todo ello quiere decir que el factor de potencia es la suma de la potencia aparente y la potencia activa, que también puede interpretarse como energía útil y energía inutilizada. lo que a su vez implica que, a mayor potencia activa menor potencia reactiva y viceversa. El factor de potencia ideal es el más cercano a 1, es por ello que es importante verificar este indicador con regularidad.
Cómo afecta un bajo factor de potencia
Tal como comentamos anteriormente, el factor de potencia adecuado es el que se encuentra cerca de 1, de hecho, se recomienda que como mínimo, éste sea de 0.95, ya que, de lo contrario, puede generar problemas significativos a nivel de consumo eléctrico y del desgaste de los equipos.
Por este motivo, queremos destacar algunas de las consecuencias negativas que se asocian al factor de potencia por debajo del nivel mínimo recomendado, dentro de las cuales se encuentran las siguientes:
- Puede generar el sobrecalentamiento de los conductores, así como también la sobrecarga de las líneas de distribución.
- Reduce notablemente el tiempo de vida útil de los electrodomésticos y equipos.
- Se presentan caídas en el nivel de tensión, lo que puede afectar los equipos.
- Aumento notable en el coste de las facturas mensuales de energía eléctrica.
Por estos motivos, es fundamental llevar un control del factor de potencia para evitar que genere repercusiones notorias en el nivel de consumo, en el uso de los equipos y en el funcionamiento de los mismos, tanto a nivel residencial como a nivel de empresas.
En lo que respecta a estas últimas podemos notar que los equipos pueden demandar mayor cantidad de energía de la que realmente requieren, por lo que los costes aumentan en función del uso inadecuado, lo que implica que es necesaria la optimización para garantizar un mejor servicio.
Cómo corregir este factor
Cuando el factor de potencia es muy bajo, se puede decir que se debe a que existe un gran porcentaje de energía reactiva, lo que implica a su vez que, las medidas a tener en cuenta, están relacionadas con la eliminación o reducción de esta energía reactiva.
Es por este motivo que la recomendación que se realiza con mayor frecuencia es la instalación de bancos de condensadores para estabilizar el nivel de demanda de la potencia aparente, logrando una potencia reactiva menor en función de la potencia activa. Al lograr esta estabilización en el factor de potencia, será posible optimizar el uso de energía eléctrica y disminuir los gastos adicionales generados por sanciones en las facturas.